TERRA CASTELLAE

El 23 de Abril fué la fiesta de Villalar. Una fiesta en la que se recuerda la derrota de la revolución comunera contra el emperador Carlos V de Alemania dentro de lo que se denomina la "guerra de las comunidades de Castilla". En ella no sólo se recuerda a los que perdieron sus vidas sino que también se celebra la rebeldía a una serie de medidas que empezaron a socavar la posición del pueblo castellano.

Esta fiesta se comenzó a realizar en 1976 con bastantes trabas que ponían las autoridades llegando incluso a varias cargas a caballo de la guardia civil, tratando de hacer desaparecer la fiesta. Pero la fiesta continuó como podemos ver en este vídeo de Villalar de 1979:



Los medios de comunicación no se han hecho, como viene siendo habitual, eco de la noticia y se han centrado en otras fiestas como el día del libro y la famosísima fiesta de la rosa y el libro del día de Sant Jordi.

Pasadas ya unas semanas desde la fiesta quería recoger unos pocos datos acerca de esta fiesta. En primer lugar los medios de comunicación locales recogían el número de asistentes de este año, 25.000 con lo que la fiesta se puede considerar un éxito de participación.

También quería recoger la noticia en la que aparece una de las razones principales de la celebración de esta fiesta, que es precisamente la reinvindicación social de los castellanos. Este año marcado por la crisis de Microser. Reinvindicaciones también realizadas desde el monolito como esta del representante de Tierra Comunera, Carlos Rad, que se presentará en Castilla y León como TC-ACAL. Incluso desde partidos que habitualmente no celebraban esta fiesta y que incluso trataban de impedirla, hacían declaraciones sorprendentes pidiendo un sentimiento comunero a los ciudanos.

Por último la extensión de estas celebraciones a otras zonas castellanas como pudimos ver en Torrelobatón, o como desde Madrid se animaba a la participación de esta fiesta.

Y mientras tanto y en la misma semana, veíamos como era aprobado un estatuto para Castilla y León que nos deja en el furgón de cola donde los propios dirigentes de esa parte de Castilla quieren abandonarnos.

Villalar es una excusa para no olvidarnos y defender nuestras raíces y nuestros derechos como otros, antes que nosotros, ya hicieron en esos mismos campos.